jueves, 18 de febrero de 2010

Qué expresivo, cuanta clase








He de reconocer, mi dificultad para reconocer algo de este personaje, pero sus últimas frases y acciones están llenas de razón.




Tiene toda la razón cuando afirma que la “Obamanía” decrece… a cambio la manía a Ansar cada día es más fuerte en muchas personas.

Tampoco le falta razón, cuando afirma que el pirómano no puede ser quién apague el incendio… solo le falta aplicarse el cuento.

Cuánta razón lleva al afirmar que algunos no pueden vivir sin él… y no sabe usted, que a gusto nos quedaríamos muchos más, si se llevara su desagradable rictus al país del nunca jamás… volveré.

Y qué decir de su porte, de su elegancia, de sus gestos… entre hijoputas, peinetas y otras palabrotas, dejan bien claro su educación y su resignación ante los que le recuerdan las consecuencias de sus acciones anteriores… acciones que “alumbraron” la democracia es esas tierras.

Pero no se preocupe usted, su legión de adoradores, ya estarán rogando por su alma… sus mamporreros mediáticos, discurriendo como culpar a otros de sus actos y los “nostálgicos” de su vuelta… alabando y justificando sus desmadres.

Iba a abandonar la política hace 6 años y medio, debe entender que no solo se hace política desde un cargo público… como debe entender que mentir es muy malo, y usted Sr. Aznar lo hace con relativa frecuencia.

Un ruego, váyase, adiós, good bye, au revoir, agur, ciao, adeu… y no vuelva, este país funcionara mejor sin gente como usted.

martes, 9 de febrero de 2010

Los ni-nis




Llevo cierto tiempo sin escribir en el blogs, en parte por un cansancio infinito a expresar mi protesta ante las tropelías de la clase política o la inactividad de la clase social, me ha sacado de esta atonía una carta leída en la sección cartas al director de El País.


Pido perdón al autor de tal carta, D. Tomás Salinas García, por hacer uso de su misiva sin su autorización y le agradezco que, con su carta, me ayude a expresar mi desilusión ante tanta nadería.

A continuación copio la carta:



Estamos en manos de una auténtica y genuina generación Ni-ni. No me refiero a los jóvenes que no tienen ni oficio ni beneficio y exprimen la supervivencia de sus progenitores.

Tampoco hablo de los universitarios que, al acabar su formación, no encuentran ni un empleo digno ni una mísera oportunidad para demostrar sus cualidades, ni de los que no poseen ni perspectivas ni posibilidades de progreso en sus trabajos, por no hablar de los parados que no vislumbran ni presente ni futuro para ellos y los suyos.

De igual forma, no sería justo bautizar de esta forma a los pensionistas que no pueden ni opinar ni hacer nada para evitar el desastre que se les avecina, ni al españolito medio que ya no consigue ni llegar a fin de mes ni tiene medios para pelear por ello.

Los verdaderos Ni-ni que nos conducen a la pobreza son grupos corporativistas que no tienen ni escrúpulos ni vergüenza. Al frente de ellos se sitúa una casta política que ni sabe lo que es trabajar en pos del bien común ni ganas que tiene de saberlo. Criaturas malditas sin corazón ni conocimiento que ni pueden ni quieren mejorar la vida de los demás. Vampiros que sólo se protegen a sí mismos con sueldos y jubilaciones ultrajantes, mostrando un rostro en el que no aparece ni la cordura ni la decencia.

Junto a ellos, fundidos, encontramos a los asesores y demás parásitos millonarios que ni trabajan ni cumplen con los cometidos que justifican su innecesaria existencia. Si completamos la lista con los especuladores, algunos banqueros desalmados y ciertos explotadores de lo ajeno que ni humanidad ni solidaridad muestran en su comportamiento, tenemos completa la generación Ni-ni que no nos deja ni vivir ni pelear por nuestra supervivencia.

No deberíamos permitir ni que nos derrotaran ni que nos humillaran todos los días.



Cuanta razón lleva D. Tomás, pero mientras sigamos en nuestras trincheras ensalzando “lo nuestro” y denigrando “lo de los otros”, este país tiene muy poco futuro, por qué, por eso precisamente, viven toda esta panda de ni-nis.









martes, 5 de enero de 2010

LLuvia fina


No, no me refiero a la que está cayendo últimamente, regando abundantemente los campos y ciudades de este país (que pena, arrastrase con ella a tanta medianía) si no a otro tipo de lluvia que va calando silenciosa y continuamente en una gran parte de nuestra sociedad.




Es suficiente participar o escuchar cualquiera de las pequeñas o grandes tertulias que se han formado estos días, alrededor de una comida familiar, de amigos o de empresas, al calor de una comida copiosa y bien regada, va tomando forma y fuerza las ideas neoliberales.



Casi todos, están cansados de pagar a vagos (parados) que se quedan en su casa cómodamente, cobrando el subsidio por desempleo (ganado con su esfuerzo) en vez de estar buscando empleo... trabajo que debe de darles el gobierno o proporciónaselo, los empresarios, están más interesados en el despido más barato o mejor gratis... para crear empleo, (algunos como el señor Díaz Ferrán, deprimido por la mala marcha de sus negocios) debatiendo, si ha de pedir los 420 euros para poder salir a tomarse vinos con sus amigos... no vayamos a creer que están comprando su voto.



Están cansados que un inmmigrante cobre una mierda por un trabajo de 8 horas diarias (como otros muchos españoles) sin estar asegurado ni nada y encima pueda llevar gratis a su hijos a la guardería... coño que los deje en su país, cansados de empresas que se acogen a subvenciones... por qué la suya no lo hace, cansados de pagar impuestos para sanidad, por qué ellos nunca van al médico, cansados de tener que educar a sus hijos... para que están los profesores, cansados de tanto político sinvergüenza, de tanto iletrado, de tantas ayudas para los que no tienen nada o muy poco, cansados de que no haya una huelga general ¿para crear empleo?...cansados de estar cansados.



Quizás es interesante para este país, darnos un baño de neoliberalismo (culpable de muchos de los males, que hoy no aquejan), adelgazar al Estado a limites mínimos, fuera impuestos o los mínimos necesarios, nada de subvenciones, nada de ayudas (si usted tiene la desgracia de quedarse parado, jodase, haber ahorrado) sanidad privada, el que pueda que se opere el que no que se muera... ni un colegio mantenido con dinero de todos, a pagar todo, a saber cuánto cuesta estar "malo"... dejemos que la marginación, la pobreza, el hambre, la desesperación se apodere de la calle... yo, en mi casa, con mi pareja, calentito... y si alguien osa turbar mi tranquilidad, seguridad privada para que mantenga el orden establecido.



¿Exagerado? ¿Populismo?... es posible, pero que bien nos vendría probar un poco de esta medicina y después despertar, para comprobar que solo fue un mal sueño... o es el futuro que deseamos.

martes, 15 de diciembre de 2009

Yo acuso (me)


Nada más lejos de mi intención y de mi capacidad que intentar remedar a Zola (ni a otro personaje, que da grima sus auto-alabanzas) pero hoy he de decir, escribir mejor dicho, que yo acuso (me).




Yo me acuso de querer trabajar, yo me acuso de cobrar 900 euros, yo me acuso de que por mi codicia (monetaria)miles de empresarios lo estén pasando “francamente” mal, yo me acuso por desear tener un lugar donde vivir (ni siquiera quiero ser su propietario), yo me acuso de querer que nadie pase penurias, ni hambre, que el Estado llegue donde no hay nada que perder, yo me acuso de pedir una jornada digna de trabajo, de ser solidario, yo me acuso de intentar respetar al adversario, al discrepante, de exigir unos políticos que se preocupen por sus administrados y no solo de sus partidos, yo me acuso de la indigencia moral y ética que padecemos en este país, yo me acuso de recriminar a los que imponen sus creencias, o sus ideas, sus fobias o filias, yo me acuso de no tragar ruedas de molinos, de querer preservar la tierra, de no aguantar a los hipócritas, de no bailar el agua a los poderosos, yo me acuso de no haberme enriquecido con la especulación y ahora exigir que pague el débil los platos rotos…

Yo me acuso de no tragar a determinados personajes (como el personaje de la foto), tan pagados con su propio ego que sus palabras son un vomito en la conciencia de cualquier persona medianamente normal.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Vaya par de...


Me corroe la duda, los argumentos del PP (argumentos es un decir) se los escriben determinados periodistas (esto también es un decir) de El Mundo,o es una coincidencia cósmica interplanetaria que las mismas tonterías que escribe Isabelita sansebastian, son las mismas tonterías que suelta la señora Cospedal, cospe o pedal para sus conocidos.


Por qué sinceramente hay que ser memo, o como mucho tener menos luces que un suburbio, para afirmar que el secuestro de los cooperantes catalanes, es debidoa la débil política de exteriores de España (a invadir islotes), lo cual nos hace una presa fácil para terroristas, piratas y demás gente de malvivir.

Carecería de importancia si esas declaraciones las efectuase cualquier pelagatos, pero no, las realiza el número dos del PP, la misma persona que acuso al gobierno y de espiar a la oposición (obviamente sin presentar prueba ni denuncia alguna) desde la playa, su desvarío, parece ser que fue debido a un golpe de calor o a que se había excedido a tintos de verano… si seguimos el” razonamiento” de semejante lumbreras, hemos de llegar a la conclusión que la política exterior francesa es igual de débil que la española, o la de ingleses, austriacos, suizos, alemanes que también han sufrido el secuestro de sus ciudadanos.

Esperar que desde este partido, se decidan una vez (aunque sea solo una vez) a apoyar al gobierno, entra dentro de la quintaesencia de la utopía, a estos que se les llena la boca de patriotismo, de ser más españoles que nadie, de buscar el bienestar de los españoles, realmente solo les importa una cosa, desplazar del poder a ZP, para recuperarlo ellos (¿Qué tienen que tapar?)… vamos que es salir de la mierda para caer en la porquería.

Y de Isabelita… que contar, ay amiga (es un decir) dale a tu cuerpo alegría macarena ayyyy macarena… coño, tía, echa un polvete de vez en cuando (no me extraña esa cara avinagrada que tienes) y deja que los demás usen y disfruten de su libertad personal como y cuando quieran ¿no te denominas liberal?, si quieren o no, abortar, casarse o amancebarse con una titi o con un titi… permite a las mujeres (esas, a las cuales, tú dices que defiendes) a ser madres cuando ellas quieran y si ellas quieren, que ni unas creencias, ni unas siglas decidan por ellas.

Da la impresión que el poder abortar es de hace dos días, como hipócritamente has callado cuando gobernaban los tuyos y ahora te eriges en defensora de los derechos de los no nacidos, si tanto te importan los niños, tienes mucho que hacer, para evitar esos miles de niños que mueren a diario de hambre ¿o esos no importan?... seguramente es mucho mejor irse al extranjero o caer en manos de un “curandero” que te solucione “el problema”… que falsa e hipócrita eres.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ayyyy que cruz, señor












He de reconocer que este gobierno de ZP, posee la innata facilidad de meterse en todos los berenjenales habidos y por haber, uno de ellos es el tema de la cruz en los colegios, donde se ha dejado arrastrar por ERC.


Con la polémica, ha dado pie a la “caverna mediática española” (como diría Joan Laporta) a colgar la etiqueta de que se persigue a la iglesia católica desde este gobierno laicista, y han dado bola a la “prensa canalla” para manipular los sentimientos.

Creo que se deben retirar todos los signos religiosos de los lugares públicos, vivimos en un estado aconfesional, y dejar las creencias en el hábitat privado de cada persona.

Debe ser algo muy difícil de entender, leyendo algunas editoriales y artículos de opinión, cuando se empeñan en comparar la presencia de los signos esta religión con otras, obsesionados en no querer ver , que a nadie se le va a prohibir ni llevar una cadenita con un crucifijo, ni a rezar, ni a asistir a sus actos litúrgicos, por qué todo ello queda dentro de la esfera personal del individuo, incluso cierto académico lo compara con la negativa en Suiza de los minaretes (imaginaros no permitir en España que se construya una iglesia)

Ya puestos en esta disyuntiva artificial, pergeñada por la prensa adicta a la jerarquía católica, me veo a el señor Rouco en la nueva habitacion (ver foto) que le ha preparado este gobierno radical empeñado en destruir a la iglesia católica para imponer otras, que no respetan ni a la mujer y en cuyo nombre se han cometido grandes atrocidades.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Coherencia











Que importante es leer, tengo una mala costumbre (si soy sincero tengo muchas más) leo diversos periódicos, bien por internet o en formato papel, alguno de ellos muy alejados de mis ideas, creo que es una manera de enriquecerse personalmente.


Hace unos días que se viene hablando de la posibilidad de aplicar el modelo alemán a nuestro mercado de trabaja, el citado modelo se basa en un contrato de trabajo por el cual las empresas pueden reducir la jornada laboral y el estado compensa las horas no trabajadas. La idea puede ser adecuada y creo que puede frenar la pérdida de empleo tan feroz que estamos sufriendo.

Mi reflexión no va por ahí, si no por el trato que se le dio en la prensa, más exactamente en el diario católico-derechista ABC, en este, nada más ser lanzada la idea, ya se le estaban buscando las pegas, que no se podía comparar la economía alemana con la española que la economía alemana está basada en la industria y la española en los servicios y la construcción… ( para comparar los datos negativos, si se puede) e incluso al día siguiente un experto?? volvía a desdeñar tal propuesta.

No me parece mal que desde la prensa se busque aportar luces y sombras sobre las propuestas del gobierno, pero que lo hagan siempre no solo cuando ese plan pueda beneficiar al gobierno, no hay que ser un lince para darse cuenta que esas personas dejarían de ser desempleadas y entonces las cifras del paro no las podrían usar como ariete contra el ejecutivo.

A este país tan crispado, le vendría de perlas un poco más de objetividad en la prensa escrita y un poco de mesura en muchos de sus periodistas, inclusive en programas radiofónicos deportivos.